El Día Internacional de las Trabajadoras y Trabajadores es un hito que, regularmente, las empresas no suelen comentar.
Por años, se ha entendido como una señal de respeto, de duelo, por la conmemoración de ese sábado 1 de mayo de 1886, cuando los obreros de la fábrica McCormick, en Chicago, fueron sangrientamente reprimidos por exigir una jornada laboral de 8 horas.
Sin embargo, los tiempos han cambiado. Las empresas no solo tienen el deber de cumplir la legislación laboral, sino el imperativo ético de ir más allá, velando por el bienestar de sus integrantes, en todos los planos y cada día del año.
Como muchas empresas en el país y en el mundo, en Puertos de Talcahuano nos hemos comprometido a avanzar hacia el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Organización de Naciones Unidas (ONU), entre los cuales se cuenta el Nº8, Trabajo Decente y Crecimiento Económico.
Al mismo, desde este año la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) obliga a las grandes empresas a reportar en sus memorias nuevos indicadores, los que incluyen aspectos relativos a los Derechos Humanos. En otras palabras, los mercados quieren saber cómo gestionamos el vínculo con las personas y estamos llamados a explicitarlo en detalle.
Desde 2022, nuestra empresa cuenta con una Política de Derechos Humanos, que explicita el compromiso y respeto por las personas. Una Política que se implementa reforzando una visión preventiva, generando herramientas de apoyo y comprometiéndose con desarrollar el proceso de debida diligencia, entre otros aspectos.
En virtud de ello, las empresas no podemos ser hoy meras espectadoras del 1 de mayo. Tampoco podemos conformarnos con saludar a nuestras trabajadoras y trabajadores por la efeméride. Es vital que avancemos en acciones concretas que honren lo que se conmemora ese día, la dignidad de las personas, actualizando los desafíos laborales y planteando otros nuevos.
Actuar es el camino.
Alejandro Tudela Román
Presidente
Puertos de Talcahuano